El nuevo sistema patentado de trabajo Nautilus consta de una esfera de dimensiones mínimas (60 milímetros) que se introduce en la tubería en servicio y viaja libremente en el interior impulsada por el caudal del agua. El sonido que produce una fuga, anomalía o una bolsa aire es característico y conocido. Nautilus escucha y graba desde el interior de la tubería y al extraer la esfera envía los datos a un software, que los procesa mediante un algoritmo matemático e indica el lugar exacto donde se encuentran estas anomalías.
Mediante esta tecnología se han logrado detectar fugas de hasta 0.04 litros por segundo y realizar inspecciones de 10 kilómetros en 5 horas, detectando cualquier anomalía existente.